sábado, 6 de marzo de 2010

A QUIEN PUEDA INTERESAR



Todo empezó abriendo un blog, tras descubrir por una conjunción de casualidades este medio de comunicación en la red. Copié el mensaje de un relato magistral de Gabriel García Márquez “Ojos de perro azul”. Mi primera entrada decía:

Escribiré por las paredes de las calles “Ojos de perro azul”, hasta que tú lo leas.

Aún conservo ese libro, una antigua edición de bolsillo de páginas amarillentas y en el interior de la cubierta, la dedicatoria de un primer amor:

“Al fin recordamos la clave “Ojos de pero azul” Ya no tendremos que recurrir a soñar para encontrarnos, porque hemos atravesado el cristal que nos separaba lo imaginado de lo real. Existimos y nos hemos encontrado, lo demás no importa”.

Para que el primer amor quede idealizado, dicen que debe ser corto y terminar de forma dramática. Quedando a salvo de las miserias de lo cotidiano y de la erosión de la vida real. Así fue como quedó sublimado para siempre.

Aquella primera entrada quiso ser como un mensaje dentro de una botella, que naturalmente nunca llegó a su destinataria. Pero a los dos días un primer comentario de alguien decía:
He entrado a este lugar por casualidad... he visto las paredes... y he leído: "ojos de perro azul" ...Y ahora que?...sabremos lo que miran esos ojos y como lo miran?...
A partir de ahí inicié esta aventura de contar historias. Unos relatos extraviados porque careciendo de formación literaria, he jugado a ser escritor de pequeños relatos y como Ustedes saben, la ignorancia siempre es atrevida. Mi sorpresa fue que algunos lectores los siguieran conforme los iba publicando.

Esta mañana mientras asistía a un funeral, escuchaba las palabras del oficiante y oía la música solemne del trío de cámara, quedé absorto más que nunca en mis pensamientos nihilistas y creí que hoy podía ser un buen día para terminar con este periodo de más de tres años de relatos extraviados.

Nada más que contar, nada más que decir. Tan solo agradecerles haber acompañado a alguien que quiso ser a través de unos textos, mejor de lo que en realidad es.

Hasta siempre.