sábado, 6 de diciembre de 2008

PERDIDO EN LA TRANSICION (Capitulo 2º)



“Si vas en el autobús y escuchas a alguien que habla de política, aléjate”, “Nunca critiques a Franco en público, ni siquiera hablando con conocidos”. “Nunca se sabe quien estará escuchando...” “ No hables de política, si te pillan, podrían meter a tu padre en la cárcel.”

¿Todos estos consejos, grabados en mi cerebro por la familia desde pequeño, podría olvidarlos por fin? Había llegado el día durante tantos años esperado. El dictador había muerto y en la tele todo seguía igual, los mismos ministros, los mismos militares, los mismos bigotitos y gafas oscuras.

Poco después todo fue un hervidero de partidos políticos clandestinos: PCE, PT, LCR, PORE, JGR y muchos más. Sus líderes parecían iluminados con el aura de los santos, qué dominio del lenguaje, que claridad en diseñar estrategias. Verdaderos salvadores de la clase obrera, ellos que nunca habían pisado una fábrica aparte de las de sus padres. Porque muchos eran de buena familia, con recursos para mantener sin trabajar a veinte generaciones. Yo dependía de un sueldo para llegar a fin de mes. Las reuniones acababan muy tarde porque no tenían que levantarse a las seis y media para entrar a trabajar a las ocho.

Pero no importaba, salíamos de esas asambleas, imbuidos por el impecable análisis político del líder, llevando con nosotros parte de su sabiduría y el anuncio de una revolución inminente. Una vez en la calle, solo nosotros sabíamos lo que iba a ocurrir y mirábamos a la gente que iba de compras, a los de la cola del cine, a los que empujaban el carrito de los niños. Todos ignorantes de la inminencia de la revolución proletaria en España.

Teníamos la sensación de estar participando en la Historia, de tocarla con las manos. Por fin nosotros protagonistas con nuestras melenas y barbas, nuestras ganas de vivir, de fumar porros... y al otro lado el color gris de los “grises”, el mismo gris de la tele, del No-Do, de los jerarcas del régimen. Un gris mediocre, anticuado y súcio.

¿Para qué seguir asistiendo a la academia nocturna? Ya no harían falta títulos en el futuro, se valoraría a las personas por su valía y listos, no por lo que rezara un papel.
El viejo sistema se hundiría y de las fábricas, de los campos, de las minas, saldrían los legítimos dueños del mundo.

10 comentarios:

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Que mentira más grande... algunos se la creyeron. Pero ganaron los de siempre, esos que citas tan acertadamente los de las veinte generaciones atrás.
En el gobierno estan los hijos de los hijos y algún que otro títere para distraer al personal.
Leyendote se refresca la memoria , que tiende a quedar adormecida con el paso del tiempo. Gracias por acercar el recuerdo

Anónimo dijo...

Cuando llegó aquel ansiado día yo era una niña pequeña, hija de padres especiales y bohemios; me gustaba más la noche que el día (como ahora, jajaja). En mi casa siempre habia reuniones, escritores, críticos de arte, de cine... Se leían en alto "libros prohibidos" que mi padre compraba en una librería enana y con un encanto especial...; y yo me escabullía de mi cama para escuchar a Victor Jara y mi padre me decia que no cantara esas canciones por la calle, ni hablara de Neruda ni de García Lorca (yo sólo tenía 6 años, pero escuchaba mucho y aprendía más y deprisa) y ansiaba aquel día para no ir al colegio. ¿Y ahora? Todo es igual, sólo que decimos lo que nos da la gana.

Besitos

Inés Perada dijo...

Yo sin embargo, creo que nada es igual.
Ahora tenemos la pobreza del primer mundo, los outsider del primer mundo, el consumo desaforado del primer mundo y los mismos defectos ( y alguna virtud) del primer mundo....
Primer mundo: esa pandilla de varios millones de habitantes de un planeta machacado por el exceso de producción que necesitamos para manterner este ritmo de vida,en un círculo vicioso sin fin, y que se creen mejor por tener la posibilidad de ganar para gastar, o al menos, de pedir créditos al banco para poder hacerlo.
Y también tenemos la posibilidad de criticar a los políticos que nos lo permiten, sin hacer absolutamente nada por cambiar las cosas.En el "tercer mundo" ni siquiera los eligen...
Todos somos culpables, los políticos actuales no lo son más.

Salud.

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Fue una época de ingenuidad juvenil: todo estaba por empezar. Ahora ya no queda nada de aquella ilusión y es una pena.

Besos

Anónimo dijo...

Por partes...

PCE, PT, LCR, PORE, JGR y muchos más... son extensiones de archivos de fotos, ¿verdad?

Y eso de "con nuestras melenas y barbas"....... ¡¡¡¡¡quiero fotos!!!!! (ya sabe usted que de ese otro tema nuestro ya está en marcha como regalo de Navidad, así que no me lo ponga como excusa que no cuela).

Besazos desde el otro lado de Andalucía.

Bloggesa dijo...

Tuvo que ser emocionante vivir todo aquello. Una pena que no cuajara.
Yo era, en esa época, demasiado pequeña.

JLAmbr dijo...

No fastidie, hombre. ¿Me va a dejar con la intriga? ¿Qué pasó en ese país, con esa gente? Hmmm, qué rabia, me quedo esperando a la próxima entrega...

Borrasca dijo...

Si que eran soñadores...
No te imagino fumando porros ni asistiendo a la academia nocturna

Besos de chocolate

Novicia Dalila dijo...

Hola Crono. Lo prometido es deuda y aquí estoy. No soy de pasar por los blogs en "contestación" a un comentario pasajero de alguien que pasa por el convento... Siempre me asomo, es verdad, pero a veces me gusta darme una vuelta, curiosear... lo que pasa es que no tengo mucho tiempo y siempre voy con retraso... ¡¡pero voy¡¡¡.
Y he visto que tienes un par de blogs más casi muertos al nacer, y me alegra mucho que a este otro le estés dando una oportunidad mayor..
Respecto al tema de la transición, he leído la 1ª y la 2ª parte y me ha encantado. Explicas tan bien el sentir de los jóvenes de entonces, los que lo vivieron ya adolescentes... (yo era un poco más joven que tú y no fui tan consciente de aquello).
Me ha gustado mucho y volveré a leerte, así que, no dejes morir a los ojos de perro azul, vale???

Un beso y gracias

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Todo esto que nos cuentas, me suena, ¡me suena mucho!
y dime ¿sirvio de algo?, ufff....

Besicos.