sábado, 19 de septiembre de 2009

TRAGEDIA



El avance informativo mostraba la imagen estática de una torre en llamas. A la voz vacilante del locutor se le añadió la de un compañero aún más perplejo que intentaba ayudarle a narrar lo que ocurría, sin guión previo. Parecía solo un accidente, la realidad del coloso en llamas, tan grande y tan frágil tras recibir el impacto de un avión fatalmente extraviado de su ruta.

Arropado en la comodidad occidental del sofá, sentí un terror incierto, como de guerra inminente, frente a la imagen fija de la torre gemela alcanzada por un segundo avión. En ese momento mi inconsciente sublimó la cocacola, el mcdonalds, las autopistas de seis carriles,los sex shops, el marlboro, las películas de Manhattan, los besos del the end, las tiendas abiertas 24 horas y el estilo de vida norteamericano en fin, que sin admitirlo era mi cultura y mi verdadera patria, de la que siempre había renegado.

Aquellos oficinistas saltando al vacío ya no sufrían el stres del trabajo, sino el de la propia muerte. Los bomberos luchaban en una batalla que hasta ese momento solo se daba en el tercer mundo. El gobierno norteamericano dijo que aquel era el acto de terrorismo internacional más grave y violento desde la segunda guerra mundial.

El balance de víctimas de los atentados fue espantoso, pero olvidaban que la peor tragedia que existe en el mundo es el hambre y la injusticia, bajo la cual cada día mueren miles de personas.

Respecto al terrorismo internacional hay que hacer memoria y recordar que los máximos responsables desde la guerra fría han sido los Estados Unidos, con capítulos tan siniestros como Vietnam, Chile, Argentina y Panamá. Sus perversas maniobras internacionales han utilizado siempre a los demás países, sus economías, sus recursos y la vida de sus ciudadanos, de la forma que más útil les resultaba. Es la ley inexorable del imperio, condenado al mal por su propia supervivencia.

Desde mi salón, en aquella mañana de un azul en technicolor, temí perder la dulce tiranía del gigante americano y me lamentaba, al ver a los que tantas veces fueron verdugos, como aquel 11 de septiembre se convertían en víctimas.

7 comentarios:

Novicia Dalila dijo...

Un punto de vista que he compartido en algunas ocasiones. Alguna vez pensé que les parecía que aquello era "injusto" que les pasara a ellos. Porque sus ataques en otros paises siempre tienen justificación a sus ojos...
Pero a la hora de la verdad, creo que ni ellos ni nadie se merece morir a manos de unos locos, sean del color que sean. Me parece una masacre injusta, innecesaria, salvaje, sin un solo argumento que la respalde... Me solidaricé con todos los que caían por las ventanas, con los que ni siquiera volvieron a ver la luz del sol antes de morir achicharrados, con sus familiares, con sus amigos, con sus compatriotas... Con el mundo civilizado, normal y deseoso de vivir en paz...

Un beso, Crono.

Inés Perada dijo...

La historia del ser humano siempre ha sido y será la misma: ver quien la tiene más grande, o sea, quien tiene EL PODER. Por mucho que los mandamases americanos salieran en todos los medios haciéndose las víctimas, la realidad es que ellos han sido siempre unos provocadores, hasta que, mala suerte, han encontrado un zapato a su medida, educado por su sistema por cierto...un alumno aventajado que se pasó al otro bando.
Claro que con eso no contaban.
De cualquier forma, siento profundamente las víctimas civiles y por supuesto, siguen conmoviéndome esas terribles escenas.
Ya lo dice el refrán español: tanto va el cántaro a la fuente, que al final, se rompe...

Salud.

Ambrosía dijo...

... Un trágico día que difícilmente nadie podremos olvidar jamas...recemos para que no se repitan barbaridades semajantes en ningún lugar del mundo...
Un besoooooo

pegasux69 dijo...

Comparto tus reflexiones pero hay una cuestión que a mi me hace revolverme en mi sillón: la mente humana es tan retorcida que nunca tiene límite, siempre habrá una vuelta de tuerca más y la pregunta es....¿cual será la siguiente barbaridad a la que tengamos que asistir? Un saludo

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Recuerdo perfectamente aquel día y como pareció que, de repente, el mundo se tambaleaba al ver al poderoso amo del mundo siendo atacado de esa manera tan brutal por un grupo de terroristas. El mundo no será ya el mismo, nos contaban, sin embargo, ocho años después a mí me parece que el mundo no ha cambiado nada desde entonces.

Besos

Iris dijo...

También recuerdo el día como todos, pero lo que más me llamó la atención fue cuando mi hijo llegó del colegio y al preguntarle si había visto la noticia me respondió: "Si, no entiendo porqué tanto alboroto por dos edificios, cuando aquí la guerrilla dinamita pueblos enteros y nadie se preocupa"
Fue en ese momento que sentí terror, verdadero terror...

Un placer leerte

Anónimo dijo...

Y mientras, como una premonición, leía "Caperucita en Manhattan" y miraba la TV como si no fuera real, como si no pudiera estar ocurriendo (¿Era una película? Nooo, era el "telediario"). Joder y llamé por teléfono a mi madre!!!

Besos, Crono