sábado, 4 de octubre de 2008

MUDOS



El silencio tenso del domingo por la tarde, planea sobre un fondo de molicie. El televisor encendido ilumina la sala con una mortecina telemovie americana sin vida. Cae la tarde y la luz rosada conduce a una oscuridad que solo romperá mañana, la luz de un lunes aciago. La existencia es espesa, untuosa, gris.

Para acabar con el tedio me acerco a tu sillón. Mis manos inician un juego sobre tu cuerpo para romper el maleficio de una realidad vacía. Palpo tu piel suave, busco con la punta de los dedos los pezones. Los rodeo, los presiono, se endurecen, los rozo con las uñas. Tu cara se enciende, la boca se entreabre, los ojos se cierran. Con una mano abrazo los pechos hacia arriba y mi boca va de uno a otro , los junto hasta que las puntas se tocan y los chupo. La otra mano ha llegado a la entrepierna. El dedo corazón se desliza ya sobre una humedad viscosa.

No decimos nada, mudos en medio de un lenguaje sin palabras. Se oyen las voces tenues del televisor encendido, absurdo. Diriges con tus manos mi cabeza hacia abajo y celebro un ritual ciego de lengua sedienta. Tus pies sobre mis hombros, tus manos crispadas en mis cabellos.

Olvido la inminencia de la semana que llega y me hundo en ti, casi a oscuras. Con la derecha te agarro el cuello, el pulgar entra en tu boca, toca la lengua, los dientes. Me muerdes, no duele. Tu mano en mi muñeca, la otra en tu entrepierna se mueve frenética. Todo se agita, cada vez más veloz, mas rápido. El volumen del televisor de pronto aumenta al iniciarse el corte publicitario. En medio del loco vaivén , a mi espalda anuncios de detergentes, pizzas familiares, yogures de mil sabores y coches que ya nadie compra. En un resplandor cambiante de imágenes en color todo estalla y se termina en un segundo. El mítico placer simultáneo a veces ocurre.

Una especie de estupor tranquilo lo llena todo. Salgo a la terraza, mientras me fumo un cigarro, la joven vecina de enfrente, sale a tender la ropa casi desnuda, la miro indiferente. Vuelvo adentro, me ducho. Preparo una cena ligera en dos bandejas y vemos un telediario sin esperanza.

11 comentarios:

Inés Perada dijo...

Bienn...soy la primera esta vez.

Es curioso,siempre tiene usted la inspiración a altas horas de la madrugada, cuando pienso que las neuronas están gastadas ( será en mí), sin embargo usted resplandece...

Muy bella la imagen de hoy, y muy sabiamente mezclada con la imagen de la rutina diaria, tediosa, aburrida y necia.
Quizá tenga razón, quizá haya que dar una oportunidad a la vida, para que esa rutina no acabe con nosotros...aunque solo sea por una risa, una palabra adecuada o el placer de un vino compartido en buena compañía.Y eso, créame, es mucho...

Salud.

Anónimo dijo...

Ains.....
¿Por qué tus posts tienen el poder de entristecerme al comparar? Creo que hay muchas cosas que ya he olvidado para siempre.

Besicos.

Inma dijo...

Me ha gustado mucho este texto, me ha hecho pensar.
No sé si a pesar de intentar huir del tedio en realidad la situación me resulta demasiado familiar, repetida, como un ejercicio forzado para convencerse de que rompe la rutina.
Y creo que es porque encaja perfectamente en ella, el televisor escupiendo noticias desesperanzadoras, la semana que amenaza inminente y el sexo una vez más incluido como ingrediente.
Aún así, creo que es la mejor forma de pasar un domingo. Es un texto valiente y brillante.
Hundirse en alguien, en todos los sentidos, erótico y/o vital, es algo maravilloso (si se da con el partenaire adecuado obviously).
-Estoy sin dormir, perdona si he escrito alguna incongruencia..-
Saludos

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Vaya es que si está por medio la TV no puede ir demasiado bien a no ser que la pareja sea muy joven y la tele les importe un ...
Muy bien la cosa no ha ido. Habrá que echarle más imaginación la próxima vez, claro que a veces ni ganas tiene uno de echarle imaginación, nisiquiera la vecia nos motiva. Hay que ver lo duro que resulta el dia a dia.
Una sonrisa al menos? :)

Akroon dijo...

Existir, en ocasiones, es una concatenación de fotogramas grises sin banda sonora... Rompió esa concatenación con imágenes de colores e intensidad.

Y a pesar de ello, me quedo con sensación de desazón y desesperanza.

No podemos cambiar nada... ¿o tal vez sí? Sólo depende de nuestra valentía...

Palpite, querido amigo... es la única forma de sentir la vida.

Un beso!

Inma dijo...

Pienso como tú, que de vez en cuando habría que sacudirse la tristeza de encima, al menos durante 24 horas.
Yo no sé si estoy triste o apática, en el filo de llegar al punto en que las cosas que me agobian de repente dejen de importarme.
Pero sí sé que estoy muy cansada.
Nos damos un garbeo y nos comemos un buen paquete de pipas? jeje..
Saludos!

Inma dijo...

Oh, qué fantástica combinación! Retiro lo de las pipas, seré infantil!!!
;)

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Mira, no me deprimo por qué no me da la gana pero, vaya, que entre este post y el anterior (que me acabo de leer) casi acabo hundida en la miseria más miserable.

Eso sí, con depre y todo me siguen encantando tus textos (aunque últimamente se me acumula la lectura por falta de tiempo).

Besos

MeRieM dijo...

El dialogo de dos cuerpos... donde no son necesarias las palabras.
Muy interesante tu blog.
Un beso.

Anónimo dijo...

Y es que las tardes de los domingos matan más que las carreteras, Crono, ya me dirás qué otra cosa nos queda.

Anónimo dijo...

Las palabras sobran,...¡pero la tele más!

En serio, a veces no es necesasrio hablar; a mi me gusta el leguaje de una mirada especial o el simple roce de la piel.

Me imagino desde qué blog fuiste a parar al mío: ¿el de Meriem? Es precioso; me encanta.

Espero que vuelvas. Besos